domingo, 4 de diciembre de 2016

Viajar

El viajar presenta una oportunidad única de enriquecimiento personal. Desde el vamos atenta contra la comodidad y el costumbrismo al presentar la problematización de nuestras necesidades más básicas y primitivas, como la alimentación y el refugio. Pero incluso una vez resuelta estas necesidades, la incomodidad frente al lugar desconocido no desaparece, inquietud nacida de la necesidad de colonizar estas áreas desconocidas en el simple acto de vivenciarlas, o del querer huirles. La balanza siempre varía según el carácter del viajero, sus estadíos emocionales, crisis que pudiera estar atravesando, etc., pero algo es seguro, lo desconocido resulta al mismo tiempo atractivo y aterrorizante.

Esto permite que en un primer acercamiento el viajero entre en cierto estado de alerta, que en los peores casos, cuando ganan los miedos, pudiera mutar en paranoidismo y el cerrarse en uno, viendo en todo lo nuevo un enemigo omnipresente; pero de ser bien aprovechado, este estado puede permitir una apertura frente a la novedad y una hipersensibilidad al momento de conocerla. El ser extranjero en un lugar, permite al aventurero tener noción de las formas en que la gente de este lugar se desenvuelve. Formas de hacer, de hablar, de expresarse, con que se sienten representados, con que no, lo que disfrutan, lo que odian. Lo que este montón de personas es, o por una conciencia colectiva, cree ser. Ya habrá quienes respondan a estas formas avalándolas o, por el contrario, quienes difieran o las cuestionen, siendo así la clase rebelde, en general, los menos, pero en todo caso, igual de atravesados por estos hábitos.

A su vez, el viajero mismo podrá empatizar o no para con este grupo humano. Su condición de alienígena le permitirá ver también lo que a la gente del lugar no le es dado ver, su esencia; pudiendo despertar su simpatía o apatía, ya que al reconocer el motor de vida de estos otros, y los mecanismos de dicho motor, el viajero habrá de sentir cierta majestuosidad ante tal maquinaria, o ver en ella un montón de engranajes patéticos operando un gran absurdo.

Si bien lo que hasta ahora he hecho fue polarizar reacciones del viajero frente al nuevo lugar, o los comportamientos de los residentes del mismo, vale aclarar que no siempre es un extremo u otro. Como dije al principio, a veces es un equilibrio u otras veces estas reacciones y estadios podrán variar en un mismo lugar dependiendo de donde ponga el ojo, el buen explorador. Otra aclaración que quiero hacer es en cuanto a la escala del viaje. Como en ningún momento me pongo a hablar de cuanto hay que alejarse del “lugar común” para dar con nuevas tierras y comportamientos sociales dignos de atención, es simplemente porque lo mismo da que alguien se vaya a otro continente, otro país, provincia, localidad o barrio, la otredad muchas veces la podemos encontrar en nuestro vecino. Aunque si considero que muchas veces un mayor alejamiento ayudará más a ojos menos atentos y potenciara la lejanía cultural.

Ahora bien, una vez ya pasada la experiencia del viaje resta ver que se hace con lo adquirido en este, ya que el viajero podría conservar una mirada fría, distante y objetiva de lo vivenciado y los personajes conocidos, volviendo a casa a contar a los cercanos como son los de allá, como hacen, como dicen; o bien el viajero más atento sabrá reconocer que el viaje nunca termina. Volverá a lo que le era conocido y sabido, lo suyo, los suyos, y sabrá reconocer que ya no importando sus futuros caminos, el siempre será un entenado, un despatriado, sabrá reconocer lo extraño en lo cercano. Y será con esta mirada ya extrañada que podrá ver lo espectacular y lo patético en lo suyo, en lo que siempre creyó conocer. Le caerá la ficha que durante su viaje no lidió con lejanas otredades, sino que siempre se trató de fieles espejos donde el no supo reconocerse. Sabrá que cada persona representa una posible versión de si mismo. Reconocerá su infinita soledad, y así mismo la de todos, sorbiendo con labios descascarados el triste consuelo de que esto es lo que nos une a todos.


martes, 18 de octubre de 2016

La Lágrima Agria (Transposición)

Rescato de la reflexión anterior la herencia de  Lovecraft en cuanto a "desarrollar el ojo para ver los horrores del cercano cotidiano, y a la vez, para reconocer la belleza que estos encierran". Eso en gran medida fue la búsqueda que con los compañeros perseguimos en esta realización. Imágenes que interpelaran sutilmente miedos compartidos, no solo desde la individualidad de lo que se muestre en cada imagen en particular, sino también en el dialogo de las mismas. A eso sumado el hecho de ponerlas en una estructura que invita al misterio, con el planteo de secretos y dudas a los que no damos una respuesta concreta, ya que con la intención de disipar el misterio que estas construyen, o a veces sin quererlo, se dan respuestas que pudieran ser puñales a las reflexiones a las que el espectador pudiera llegar.
Tras haber transitado y procesado a Lovecraft en las distintas instancias anteriores, fuimos no solo desarrollado una idea gral del autor, sus búsquedas, sus preocupaciones e, incluso, sus propios miedos, sino que podríamos decir que lo fuimos asimilando. No intentamos “hablar Lovecraft”, ni hacer una interpretación propia y ajena a el de las temáticas por el tratadas en sus relatos; sino que en la investigación y el consumir su obra, fuimos simpatizando con este personaje, entendiéndolo y volviendo a reflexionar sobre estos temas que a el importaron, coincidiendo, difiriendo, no importa, a lo que voy es que tras pasar este cruce con este escritor, hoy día ya es parte nuestro. Lo cual, convengamos, no es nada nuevo, porque cada libro, película, pintura, fotografía con que nos cruzamos en el camino, cada persona, se vuelven parte de ese camino. Tribulaciones que pudieran afectar nuestro andar de variadas e infinitas formas.
Esto no es una transposición. Somos nosotros tras transitar Lovecraft.
Muerte y locura podrían resumir bastante de su obra, pero ambos términos entran dentro de una categoría mayor: miedos. Ahí es donde este autor opera, en los miedos, suyos y los compartidos con el colectivo social. Miedo a la muerte, miedo a la locura, entendida no en términos clínicos, claro, sino como la perdida de uno en uno mismo, el no reconocerse más tras haber visto detrás de la máscara; básicamente miedo a lo desconocido tras haber reconocido y pasado los limites de lo conocido. Límites que muchos desde la comodidad se permiten creerse, limitándose a una vida de sombras entre sombras, pero que en cierto punto son tan necesarios, ya que se trata de la base misma del entendimiento. Mucho nos falta para tras vivir como trogloditas podamos salir sin más a la superficie y mirar directo al sol, sin quedar más que ciegos. Pero son las artes las que preparan estos terrenos a los que alguna vez nos será dado avanzar.
De miedos son las cascaras que envuelven todo lo conocido, y tras estas opera el misterio, esencia primigenia de los miedos todos, zona árida para las ciencias del hombre, pero terreno fértil para las artes.

Poroso (Adaptación)

En esta etapa de adaptación, laburamos principalmente con el cuento “La Tumba”, pero manteniendo una búsqueda con foco en torno a la obra toda del señor Lovecraft. Permitiéndonos ese lugar común del gótico en que personajes solos y desolados se enfrentan a los limites de lo conocido y comprensible, umbral que de ser pasado nos deja en territorio extraño al entendimiento, perfecto terreno para erigir monstruos propios, a veces los hay colectivos, o para caer en la profundidad del oscuro sinsentido y caos cósmico, donde la locura es el único escape y la muerte el último fondo. Claro, más que caminos, lo que Lovecraft nos regala, son poéticos atajos. Nacimos muertos, está bueno amigarse con tan sabida premisa. Y una vez que podamos hacerle a lo “siniestro” con ojo amable, ya en vez de evadirlo, se vuelve más fácil dar con los horrores del cercano cotidiano, y reconocerles la belleza que en ellos se encuentra.

Fue llegando a estas conclusiones que con los compañeros decidimos salir a cazar con la cámara estas sensaciones y estadios, en vez de generarlos nosotros mismos, decisión que nos llevo a optar por una instancia semi-documental, construyendo cierta narrativa ficcionada desde lo documental en un espacio común al genero, esta vez refiriéndome al espacio físico, sea el cementerio. Haciendo de estatuas y tumbas nuestros principales protagonistas y narradores.



domingo, 10 de julio de 2016

Entrega TP3: La Cosa




Reflexión:

Tras haber atravesado la pre-entrega, surgieron varios posibles caminos a seguir. Con ideas como la de jugar más con el espacio, y explotar cuestiones ya tratadas en el guión anterior, como la manipulación de veneno, decidimos rehacer toda la puesta audiovisual en pos de una pieza más "psicológica". Para esto hicimos unos leves ajustes al guión anteriormente realizado, y desarrollamos una mayor planificación en cuanto a la fotografía y planteamiento de un recorrido dentro de la locación, ya que antes toda la situación ocurría en un mismo rincón de la misma. A la vez fuimos mejor equipados lo cual permitió que el material de rodaje y el resultado final quedaran más prolijos que en la instancia anterior. Muy satisfecho con lo que con el grupo hemos logrado, todo, si bien percances, que los hubo de todos los colores, termino saliendo de puta madre. Como grupo tuvimos un proceso inconstante y sin norte fijo, pero afortunadamente residual, todo siempre sumó y lo que surgía nuevo conservaba cierta esencia de lo anterior. 
Cosa linda estar contento con un laburo al que se le dedican tantos ratos y energías.







domingo, 3 de julio de 2016

Pre- Entrega TP3




Reflexión:

Habiendo decidido volcarnos hacia la ficción, lo primero que hicimos fue concretar la escritura de un guión que nos sirviera de base. En un principio consideramos la posibilidad de mostrar distintos momentos en la rutina de un fumigador en su recorrido en un mismo día, el problema con esto, es que nos alejaba de lo "situacional", consigna primera del tp. Por esto, decidimos plantear la posible situación del encuentro de nuestro fumigador con un niño, como encuentro de mundos y puntos de vista distintos. Planteado esto, la idea fue generar, desde el dialogo, una suerte de homenaje a la dialéctica socrática, en la que quien responde es capaz de sorprenderse en ciertos casos de sus propias respuestas. Así nuestro niño, desde la inocencia y el "querer saber" (en forma  de preguntas) se encarga de sacar a nuestro fumigador de su rutina, para llevarlo a una actitud cuasi paternal, y en este abrirse y ponerse a su altura, generar un alto grado de incomodidad en el exigirle una introspección aún mayor. 
A la vez pretendíamos armar unas escenas qu remitieran al fuero interno de nuestro personaje, mostrando esto en forma de recuerdos de situaciones que pudiera haberse encontrado en el recorrido de su rutina laboral, o apuntando a imágenes que remitieran a un plano más onírico, con situaciones más bien conceptuales. Estas escenas no llegamos a trabajarlas, y las dos placas negras que se vn en el video responden a momentos de la charla que pudieran dispararlos.
Para la etapa de la entrega, estamos pensando alejarnos de lo "realista" de la charla, y volverlo algo más bien psicológico. Pero si bien el laburo puede llegar a mutar importante hacia algo un tanto distinto, lo hasta ahora realizado sigue siendo proceso y nos a venido bien para encontrar "puntos flacos", problemas a resolver y problemas que prever.

domingo, 26 de junio de 2016

Cosa Primera



Bueno, la idea primera para este laburo fue la de realizar una obra audiovisual, híbrido de ficción y documental, en el que acompañáramos a un fumigador en un día de trabajo. Siendo su recorrido la excusa para "espiar" en distintos espacios, en un principio departamentos, y jugar con las distintas situaciones que en estos y en la interacción con los dueños y/o inquilinos pudieran darse.
En este video lo que hicimos fue probar como sería el "acompañar" a nuestro fumigador, ya que la cámara se vuelve un nuevo personaje, que cobra presencia en el simple acto de narrar, desligada a una localización concreta.
Pero tras evaluar alguna complicaciones y charlarlo con el grupo docente, decidimos volcarnos más al lado de la ficción, pudiendo asi tener un mayor control en aspectos varios, como la estética, cierta prolijidad en encuadres, y, talvez lo más importante, no depender del "que nos iremos a encontrar".
La idea ahora es darle una mayor importancia al guión, como base para decidir cuestiones de la realización del corto... situacional. :V

sábado, 11 de junio de 2016

"They Live", John Carpenter: Análisis de una escena


La escena que elegí para analizar es en la que John Nada descubre por primera vez la utilidad de los lentes de sol, y "comienza a ver". Elegí esta escena por el tratamiento sonoro que se le ha dado, jugando con sonidos del tránsito vehicular. Está genial.

Esta escena comienza con John, caminando por la vereda con los lentes en la mano. Los mira, mira hacia arriba, como quien se entrega al designio de una fuerza superior, promesa de un salto espiritual próximo; y se pone los lentes. Apenas se los pone, se escucha un violento bocinazo, clara señal de alerta. Instantáneamente, el buen John,  se saca los lentes, para encontrar que en la vereda hay un escarabajo "dado vuelta" peleando con sus patas por  ponerse "al derecho", interesante paralelismo con la situación epifánica que estará atravesando nuestro héroe, donde el mundo en el que vive se le está por poner "patas parriba". Algo interesante de esta primera vez es que el espectador ya queda advertido que el "blanco y negro" como recurso, significará el "estar viendo a través de lo lentes". John vuelve a ponerse lo lentes, esta vez, mirando hacia arriba, nuestro héroe quiere ver. OBEDECER, lee en letras mayúsculas en un cartel publicitario. Se escucha una frenada, lo que podríamos interpretar como una primer resistencia a la nueva "verdad revelada". Se saca los lentes y ve que ese mismo cartel es una publicidad de computadoras. Se vuelve aponer lo lentes, y a la vez que que se confirma el mensaje de OBEDECER, se escucha un taladro;  la revelaciones penetrando en el entendimiento de John. Se saca los lentes, vuelve a encontrarse con la publicidad  de computadoras. Se aprieta el entrecejo, peso de lo revelado; encandilamiento de quien sale de la caverna. Ve otro cartel publicitario:"Ven al... Caribe". Con lentes:"Cásense y reproduzcanse". Ya no vuelve a chequear por segunda vez, podríamos decir que comenzó el proceso de aceptación. Camina confundido, mira a lo lentes, y a las publicidades. Al encontrarse con el cartel de un local de ropa masculina, se pone los lentes y vuelve a leer los "mensajes ocultos", para pasar ya a un plano más general de la ciudad, reclamado por una sirena policial, con los lentes puestos, donde ya se puede ver que estos mensajes se esconden en todo cartel y demás símbolos, señales y  signos culturales, transmitido por medios varios. Lo siguiente que vemos es a John, de espaldas, este da media vuelta, torpemente, tropezando consigo mismo; y sigue caminando de frente a la cámara. Lo cual nos remite al escarabajo que tanto trabajo le significaba el ponerse "al derecho".

domingo, 5 de junio de 2016

Entrega - El Otro





FOTOGRAFÍA ELEGIDA





El Otro


    Al emprender la tarea de retratar al otro, comprendí la necesidad de conocer al otro y su fuero interno, para así ser capaz de captarlo, no solo en imagen, sino también en esencia. No se hizo nada cómodo conocer a alguien "a las apuradas", pero primero guiado por la percepción, la cual a veces puede ser peligrosa y poco fiel en esto del conocerse, y más adelante por una apertura mutua, la cosa fue marchando. Así fui encontrando un hilo, una faceta de el otro, que pudiendo no ser la más representativa de el -ella, Male-, la acompaña día a día, bajo tantas otras capas del ser. Al dar con ese, digamos, sentimiento, desenterrado de la otredad, comencé con la búsqueda de las mejores maneras de representarla fotográficamente.
    Así comencé a experimentar con distintos recursos fotográficos, técnicos y conceptuales, hasta dar con un lenguaje que fuera bien con mi discurso, aunando forma y contenido. Y pensándolo hoy, ya sacadas las fotos, creo que hasta fui decantando incluso por cierto estilo, cierta estética, cosa que en la búsqueda primigenia, no era necesariamente un objetivo, pero al generarse, podría decirse que incluso las fotos que seguí sacando, ya encontrando el camino a seguir, se las podría acusar de caer en lo seriado. 
    En esta última etapa del laburo, me enfoque en cuestiones como el desdoblamiento del ser; las máscaras y lo que estas esconden. Hubo incluso un punto en que llegué a considerar usar a un "segundo retratado" para sumar una sombra, un reflejo o una figura fuera de foco, recurso que terminé descartando al considerar más acertado que estás proyecciones difusas, estos fantasmas, fueran generadas por la figura misma del retratado. Sus sombras, sus reflejos. Incluso a veces dándole el lugar privilegiado a estas proyecciones, por sobre el retratado en cuestión. Un ejemplo de esto, dado desde un recurso técnico, se dio en imágenes en que decidí que el foco estuviera en una de estas sombras o reflejos.
    Ahora bien, en esto de tratar de buscar al otro en la imagen, me pasó que terminé encontrándome a mi mismo. En cierto punto, caí en que el otro se había vuelto la escusa para ahondar en mi. De tanto trabajar con el otro y sus reflejos, estos se volvieron un fiel espejo de mi mismo. Esto me hizo creer que, en cierto punto, había fallado en mi búsqueda, que me había trampeado a mi mismo. Pero después terminé llegando a la conclusión de qu es totalmente lógico, y hasta esperable, que n el conocer al otro, en la aceptación (necesariamente mutua), se aprenda a ver en el otro un igual, aceptándolo como una otredad del yo, para quien a, su vez, yo soy un otro. Y en este reconocer al otro, y a uno en el otro, las máscaras, barreras, cascaras de primeros acercamientos, se caen. Nos encontraremos con deseos, miedos, amores, odios, nostalgias, angustias, etc., que son del otro, sin dejar de ser propios, son compartidos, y en cierto punto, remiten a lo humano, son de todos.
   El otro como reflejo de uno. 
   El otro como sombra de la humanidad toda. 
   Piola.

PD1: No hablé del newhive. No lo voy a hacer. Si me interesa hacer algún comentario sobre el lenguaje "newhaveiano" (niujaivano). Esta plataforma digital, en un principio muy libre en cuanto a disposición del material presentado, a ido generando un lenguaje propio, o mejor dicho, los usuarios mismos son los que lo han generado. Me hubiese gustado más poder jugar con el mismo, pero tras algunos experimentos, lo terminé descartando. Pero me parece importante resaltar que, a mi criterio, varios compañeros, supieron hacer de ese lenguaje algo propio, y de esa asimilación, han salido cosas geniales, varias que incluso escapan de, por decirlo así, lo esperable.
PD2: La selección de la foto. Tengo mis dudas si sea de las más fieles al proceso mio, pero está bien. Pensaba explayarme sobre los que me parecen aciertos en la misma, y como responde a la búsqueda de "el otro", representado en ausencia por su reflejo, osea la inversión de su imagen... y casi lo hago, pero voy a dejar que la foto hable por si sola. 

sábado, 21 de mayo de 2016

El Otro 3.0





                








En esta tanda laburamos mas que nada en interiores, lo cual ayudó a la carga expresiva y atmosférica buscada, haciendo uso de elementos que cargaran las imágenes desde lo metafórico, como es el caso del reloj, las rejas o el fuego; y ahondando en la experimentación de recursos como los reflejos, el contraluz, recortes o el blancoynegro.

Máscara



"Copipegando" de la wiki:

"La palabra «máscara» tiene origen en el 
masque francés o maschera en italiano o másquera del español. Los posibles antepasados en latín (no clásico) son mascusmasca = «fantasma», y el maskharah árabe = «bufón», «hombre con una máscara»."

"
Prósopon (griego antiguo: πρόσωπον, romanizaciónprósōpon, literalmente: «delante de la cara, máscara»), es un término de la teología patrística griega traducido comúnmente como "persona"."

"El concepto de persona es un concepto principalmente filosófico, que expresa la singularidad de cada individuo de la especie humana en contraposición al concepto filosófico de “naturaleza humana” que expresa lo común que hay en ellos."


Conclusión:

El termino persona debe su origen etimológico a el prósopon teatral griego, siendo este, la mascara que los actores usaban para que, aún desde la distancia, los espectadores supieran reconocer el estado anímico de los personajes representados sobre el escenario. De ahí lo atávico de nuestra sociedad a prejuzgar a "los otros" por cuestiones, muchas veces, meramente físicas, cayendo en un palurdismo que remite fuertemente a la frenología. 

Recomiendo ver:


 
Persona (1966) - Igmar Bergman


jueves, 12 de mayo de 2016

El Otro: Más retratos

En esta nueva tanda de retratos 
me permití experimentar más con
la técnica, para acentuar y reforzar
la carga y búsqueda conceptual en
cada foto en particular.










El Otro Parla





"En días nublados,
  ataca la nostalgia.
  Sombras del ciprés."

lunes, 9 de mayo de 2016

El Otro






La locación elegida fue la Biblioteca Nacional. En esta primer tanda de retratos de "el otro", me encontré buscando dotar las fotos de cierta carga conceptual que cuente más sobre Male, compañera retratada, y su fuero interno. Para esta búsqueda no solo me tuve que concentrar en ella, sino también en lo que la locación brindaba. Fue muy interesante laburar con sombras y reflejos, ya que permiten que la persona retratada aparezca en ausencia en las imágenes. Ya no es la representación de alguien, sino de su huella, que en definitiva es lo que la fotografía misma. Representaciones de representaciones y ahí vamo.